Proyecto I+D+i , vinculado a la seguridad vial y a la reducción de siniestralidad de ciclistas en carretera, denominado “Active Cyclist Detection”

Recientemente la Fundación Mapfre y la Fundación Michelin se han hecho eco de un proyecto I+D+i, vinculado a la seguridad vial y a la reducción de siniestralidad de ciclistas en carretera, denominado “Active Cyclist Detection”; INSEGSA Ingeniería Preventiva es la mercantil responsable de este proyecto y, en el año 2019, fue galardonada con el Premio Nacional a la Seguridad vial y Movilidad Sostenible por la Fundación CNAE.

Detrás de este proyecto, o trabajo de investigación e innovación, está el profesor, del Máster Universitario en Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad Isabel I, Raúl Gómez, quien reconoce que el proyecto es fruto de una exhaustiva investigación que ha tenido por base tres pilares fundamentales: -la siniestralidad de los ciclistas, entre los años 1993 y 2017; – la experiencia de los ciclistas; – y la evolución del uso de la bicicleta. De este análisis se llegó a la conclusión que no se podían poner puertas al campo, por convicción y por necesidad tradicional del uso de la carretera por el ciclista, y que urge tomar medidas adaptadas a las necesidades reales de los ciclistas.

Conocidas las carencias y las necesidades, se marca la consecución de tres objetivos o medidas de acción: suplir las necesidades actuales del equipamiento de las carreteras, rescatar la atención de los conductores y mejorar el binomio inseparable vehículo-ciclista. Con estos marcadores se parte de confeccionar un producto de formato preventivo, con capacidad de captar la atención de forma activa como pasiva a los usuarios de la carretera, además de diseñar rutas ciclistas seguras, para alcanzar el fin previsto, el de reducir la siniestralidad de los ciclistas.

Así surge el equipo “Active Cyclist Detection” basado en detectar al ciclista a través de un lazo pre-armado o inductivo, y junto a un radar se discrimina por velocidad a otros usuarios de la carretera. Una vez detectado el ciclista se activa la parte luminosa e intermitente tanto de la señal vertical, que da forma al pictograma en el que se remarca la distancia de seguridad de 1,5 m entre el ciclista y el vehículo, como de las balizas Leds de suelo, instaladas en el arcén, y que abarcan un total de 50 m tras la ubicación de la señal; señalización luminosa que busca captar la atención al conductor para advertirle de la presencia próxima de un ciclista circulando, además de generar una retroalimentación al ciclista, mediante las balizas de suelo, para informarle que el sistema está activo. Los equipos, que se instalan cada 5 kms, cubrirían tramos completos de carretera indistintamente de su longitud.

En la actualidad, el proyecto ha pasado a la fase “prueba piloto”, en un tramo de carretera con alta concurrencia entre vehículos y bicicletas, donde se han incorporado novedades de vanguardia respecto a la tecnología inicial de partida; deseando se recaben resultados esperanzadores para la práctica del ciclismo de carretera.